NO EL EQUILIBRIO de los artistas del circo, sino el equilibrio entre polos que parecen opuestos, equilibrio entre lo que podríamos llamar las antinomias del cristiano. Somos cuerpo y espíritu, cuerpo con todas sus hormonas y pasiones y el espíritu que nos anima, o como ahora se suele decir, somos cuerpo animado o espíritu incorporado. Equilibrio entre oración, dedicarse a rezar o caer en la herejía de la acción. Equilibrio entre la tierra y el cielo, porque somos hijos de esta tierra con todas sus consecuencias y al mismo tiempo hijos del cielo, caminantes al cielo. Tenemos dos patrias, donde hemos nacido, y otra patria definitiva a la que estamos destinados a la hora de nuestra muerte. Este equilibrio, esta tensión, del cristiano creo que lo explicitó muy bien el P. Lombardi, famoso orador a mediados del siglo pasado, después del Concilio, cuando decía que el cristiano ha de ir por el mundo con la Biblia en una mano y el periódico en la otra mano, escuchar a Dios y escuchar los clamores de la humanidad.
LO DICHO viene a cuento porque hoy los obispos de Bolivia, reunidos en Cochabamba, en palabras de nuestro Arzobispo, ‘van a realizar el lanzamiento de la misión permanente de nuestras Iglesias en Bolivia”. El eslogan de esta misión es “Discípulo misionero: escucha, aprende y anuncia”. Me quiero fijar de manera especial en lo de “escucha”, teniendo en cuenta el consejo del P. Lombardi antes mencionado. Escuchar, en primera instancia la Palabra de Dios que nos ha sido dada en la Biblia, libro que, hemos de reconocer, los católicos tenemos bastante olvidado. Cierto que es un libro, mejor una colección de libros, y que no todas las páginas tienen la misma importancia. Están las devociones populares, novenas, peregrinaciones, devoción a algunos santos, pero hemos de ir al meollo, a lo esencial de la palabra de Jesús que, bien sabemos, es amar a Dios y a los hermanos, resumen de toda la ley de los profetas. Recordemos, en esto conocerán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.
NO BASTA la Biblia, como sucede en alguna sectas y que, además, suelen hacer énfasis en textos del Antiguo Testamento relativos al juicio final como para dar miedo y quedar bastante lejos de la Buena Noticia de Jesús. En la otra mano, el periódico, escuchar también los clamores del pueblo. Lo que nos dice el periódico y es una frase corriente decir que “Bolivia cambia”. Quizás el cambio más profundo es que sectores sociales secularmente marginados han entrado a la escena política. Cierto que no todos los cambios son buenos, pero, como cristianos, con todo el equilibrio que corresponda, hemos de estar con todo cambio positivo, y por añadidura hacer lo posible para aminorar lo negativo. Como ha dicho el mismo Presidente, la corrupción y la burocracia son males difíciles de erradicar. Si los cristianos tuvieran las manos limpias de estos males, mucho cambiaría. Demasiados cambios no han sido más que cambiar de manos, siguiendo las mismas malas costumbres de tiempos pasados y no ha venido el cambio que muchos estábamos esperando. Equilibrio entre el no hacer nada para no mancharse las manos y entrar en escena con la ayuda de la Palabra de Dios.
Francisco Dardichón sj.
LO DICHO viene a cuento porque hoy los obispos de Bolivia, reunidos en Cochabamba, en palabras de nuestro Arzobispo, ‘van a realizar el lanzamiento de la misión permanente de nuestras Iglesias en Bolivia”. El eslogan de esta misión es “Discípulo misionero: escucha, aprende y anuncia”. Me quiero fijar de manera especial en lo de “escucha”, teniendo en cuenta el consejo del P. Lombardi antes mencionado. Escuchar, en primera instancia la Palabra de Dios que nos ha sido dada en la Biblia, libro que, hemos de reconocer, los católicos tenemos bastante olvidado. Cierto que es un libro, mejor una colección de libros, y que no todas las páginas tienen la misma importancia. Están las devociones populares, novenas, peregrinaciones, devoción a algunos santos, pero hemos de ir al meollo, a lo esencial de la palabra de Jesús que, bien sabemos, es amar a Dios y a los hermanos, resumen de toda la ley de los profetas. Recordemos, en esto conocerán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.
NO BASTA la Biblia, como sucede en alguna sectas y que, además, suelen hacer énfasis en textos del Antiguo Testamento relativos al juicio final como para dar miedo y quedar bastante lejos de la Buena Noticia de Jesús. En la otra mano, el periódico, escuchar también los clamores del pueblo. Lo que nos dice el periódico y es una frase corriente decir que “Bolivia cambia”. Quizás el cambio más profundo es que sectores sociales secularmente marginados han entrado a la escena política. Cierto que no todos los cambios son buenos, pero, como cristianos, con todo el equilibrio que corresponda, hemos de estar con todo cambio positivo, y por añadidura hacer lo posible para aminorar lo negativo. Como ha dicho el mismo Presidente, la corrupción y la burocracia son males difíciles de erradicar. Si los cristianos tuvieran las manos limpias de estos males, mucho cambiaría. Demasiados cambios no han sido más que cambiar de manos, siguiendo las mismas malas costumbres de tiempos pasados y no ha venido el cambio que muchos estábamos esperando. Equilibrio entre el no hacer nada para no mancharse las manos y entrar en escena con la ayuda de la Palabra de Dios.
Francisco Dardichón sj.