Amenudo me pregunta la gente: ¿cómo se siente Usted en nuestra parroquia?, no puedo decir otra cosa que bien. Me siento verdaderamente bien en Pio X y quiero de corazón agradecer a todos mis feligreses por haberme acogido con tanto cariño. Pero también les pido un poco de indulgencia por mis deficiencias, especialmente en el idioma.
Estoy consciente de que el clima de amistad y querer hacer comunidad, se debe principalmente a sus párrocos anteriores. Recuerdo que el P. Dardi en la misa de la posesión de la parroquia me decía: has sacado la lotería con esta parroquia. Su opinión me muestra una vez más, cuanto él amaba a su servicio y a toda la gente de Pío X.
A veces quería expresarme como el profeta Jeremías, quien buscaba una excusa para desistirse de la llamada de Dios diciendo: ¡Ay, Señor! ¡Yo soy muy joven y no sé hablar! (Jr 1,6). Pero por otro lado estoy consciente de que cuando nos da la responsabilidad el Señor, nos da también toda la gracia necesaria para cumplir con nuestros deberes.
En mi tiempo de estadía he podido conocer de más cerca a todos los grupos, de los cuales comentaré algunas sencillas líneas con las impresiones más significativas que tengo hasta ahora.
En la parroquia, me sorprende el número de los catequistas, ni siquiera sé si ya conozco a todos porque casi cada domingo veo un nuevo rostro. También me da mucha alegría colaborar con las Hermanas Doroteas, de quienes además de su ayuda valoro mucho la “Santa Amistad” que ellas tienen en su carisma y que yo puedo sentir de su parte.
La Biblioteca parroquial esta llena de niños desde las primeras horas de la mañana, es como nuestra carta de visita: “Alegría, fraternidad, búsqueda de la sabiduría”. El Grupo de Oración me da mucha seguridad, ya que con el sacerdote o sin el sacerdote, siempre están rezando y yo sé que donde hay oración persistente, la voluntad de Dios no tarda en cumplirse. El Grupo de Alegría me da alegría a mí también pues tienen un buen sentido de humor y cuidan mucho unas de otras.
La Pastoral Familiar es verdaderamente como una familia: me dan apoyo en cualquier necesidad de orden espiritual y material, me siento tranquilo cuando toman las cosas en sus manos. Los músicos nunca pasan apercibidos, más bien, a la ausencia de uno de ellos, enseguida nos damos cuenta cuanto son necesarios para animar nuestra oración. Como yo no canto bien, estoy dispuesto a cumplir casi cada petición para ayudarles a crecer.
El grupo del MOC parece un poco pequeño, pero admiro el anhelo de sus miembros de leer y conocer la Biblia, la Palabra de Dios. ¡Por fin!, veo también con mucha esperanza el nuevo y pequeño grupo de los monaguillos.
Agradezco a las doctoras odontólogas quienes realizan silenciosamente su servicio a la comunidad. Me alegro también por la presencia del grupo del baile moderno y de los Scout. Y no se olviden ustedes que si están leyendo este boletín, es porque existe y trabaja el grupo de la comunicación.
Conociendo ya a todos los grupos me atrevo a soñar un poco con formar un grupo bíblico, donde la gente podría acercarse más de la palabra de Dios. Invito también a la gente que quiera ser ministro de la eucaristía; pero no solo para distribuir la comunión en las misas de domingo sino más que todo para llevar el cuerpo de Cristo a los enfermos que no pueden venir a la iglesia y tanto extrañan a Jesús.
Se está formando un grupo de Caritas Parroquial, pronto comenzaran a cuestionarse acerca de qué necesidades del trabajo social ven en nuestros barios.
A todos los feligreses de San Pío X, les deseo en esta fiesta de Pascua que el Señor les infunda la voluntad de servir y de consagrar su vida con amor.
P. Adalberto Blaszczyk
Párroco de San Pio X
