Hablar de nuestra comunidad parroquial Pio
X, es hablar de vida, alegría, música, y particularmente de la presencia de un
Dios que trabaja en cada uno de nosotros, empujándonos a vivir dentro la
comunión -comunidad que se respira en todos los rincones de nuestra pequeña
parroquia y que a través de pequeños gestos queremos hacer visible.
Así pudimos ver con gran sorpresa quienes
estuvimos de cerca en los preparativos, que nuestra alegría no se reduce
únicamente a los 50 años ya vividos, sino a la presencia de tantos hombres y
mujeres que hicieron historia y que nos han dejado un legado cargado de fe y de
amor a Dios y a los hermanos, pues la entrega silenciosa de tantos hermanos que
se ocuparon de cada uno de los detalles de nuestra fiesta parroquial, es una
muestra de la presencia de Dios que nos empuja a hacer realidad el lema que nos
caracteriza :Haciendo comunidad.
Sin embargo, es bueno tener presente que
hacer comunidad no se reduce a algunos momentos particulares, sino a la entrega
gratuita cotidiana a los hermanos que caminan y crecen junto a nosotros en la
fe y a nuestra parroquia; hacer comunidad es vivir nuestra fe participando de los actos
litúrgicos y de las diversas propuestas que se nos ofrecen para nuestro
crecimiento espiritual, sin quedarnos únicamente lo externos, hacer comunidad
es aprender a ver a los otros como hermanos porque junto a ellos formamos la
Iglesia viva – cuerpo de Cristo. Hacer comunidad es preocuparnos y sentirnos
corresponsables del cuidado de nuestra parroquia, procurando a través de
nuestro aporte hacer que ella pueda transformarse en un ambiente acogedor que
albergue a todos los parroquianos.
Que el buen Dios siga acompañándonos y
ayudándonos a vivir juntos haciendo comunidad.
Anònimo